Estiman escenarios posibles en la actividad volcánica del Popocatépetl
La
eyección de material puede continuar para luego decaer, sin que suceda nada, o
aumentar la producción de lava y derramarse por los bordes del cráter, entre
otros, dijo Hugo Delgado Granados
El
investigador del IGf de la UNAM recomendó a la población mantenerse informada,
consultar los folletos del CENAPRED vía Internet y hacer caso a los
señalamientos de la autoridad
“En
la actualidad observamos un fenómeno más de este tipo, pero con características
particulares, como un ascenso de más material magmático que puede dar origen al
crecimiento del cuerpo de lava que se encuentra en el cráter y, eventualmente,
a una posible destrucción de dicho cuerpo”, detalló el vulcanólogo.
Delgado
consideró que esta nueva actividad con eyección de material puede tener varios
escenarios: esta última puede continuar para luego decaer, sin que suceda nada;
aumentar la producción de lava y derramarse por los bordes del cráter;
incrementar la emisión, con eventual destrucción de los cuerpos de lava con
eventos explosivos, e incluso, un aumento que genere una explosión de mayor
magnitud.
Atentos al derrame de lava
El
crecimiento del cuerpo de lava puede ser suficientemente grande para que ésta
se derrame por los flancos. “Esto lo ha hecho el Popo por miles de años; de
hecho, la acumulación es lo que ha permitido la construcción del edificio
volcánico, que ocurre a partir de flujos que se desbordan desde el cráter”.
En
la actividad más reciente –de 1994 a la fecha– no se ha observado este
fenómeno, pues ninguno de los cuerpos ha rebasado el borde. Una posibilidad es
que se derrame por alguno de los flancos y fluya normalmente o, si no es muy
fluida, se pueden desprender pedazos que se derrumben y bajen por las laderas
del coloso, previó.
Normalmente,
los volcanes tienen erupciones con diferentes tipos de fluctuaciones y momentos
de reposo. Pero “no se da de golpe. El magma se produce a cierta profundidad,
más allá de 30 kilómetros, y su ascenso no ocurre en un solo evento, sino en
varias burbujas”.
La
erupción va a depender de la llegada de una de esas porciones, pero puede
ocurrir que suba el magma y salga en forma de lava, o bien, que ascienda sin
suficiente volumen o flotabilidad para llegar a la superficie, y se estanque en
el interior del edificio volcánico.
“Hasta
ahora no hemos visto el derrame, pero es algo que puede ocurrir tras un evento
explosivo como los de años anteriores, o con uno de mayor magnitud. El
Popocatépetl ha tenido varios con liberación de energía considerable, aunque
sin afectar gravemente a la población”, recordó.
Alerta amarilla, fase tres
Mientras
los vulcanólogos miden con diferentes instrumentos parámetros como la
sismicidad, inflación del cuerpo del volcán, las emisiones de gases y la
actividad geoquímica, en colaboración con personal del Centro Nacional de
Prevención de Desastres (CENAPRED), las autoridades mantienen el semáforo en
alerta amarilla; el mensaje es: “Permanece atento y prepárate para una posible
evacuación”.
Dentro
de las tres fases de la alerta amarilla, el Popo está actualmente en la
tercera, lo que significa que puede presentar actividad explosiva de intermedia
a alta; crecimiento y destrucción de domos de lava; existencia de plumas de
vapor de agua, gases y cenizas persistentes; explosiones de intensidad creciente
con lanzamiento de fragmentos incandescentes; posibilidad de flujos
piroclásticos de corto alcance asociados a las explosiones, y flujos de lodo o
escombros de corto alcance.
“Para
la población, la recomendación es informarse sobre lo que son y hacen los volcanes,
estar atentos de la autoridad para hacer caso de sus indicaciones, y leer con
atención los folletos informativos del Centro Nacional de Prevención de
Desastres (www.cenapred.gob.mx), donde se explica qué hacer en caso de caída de
cenizas o explosión”, concluyó Delgado.
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